En su trabajo "Kant and Skepticism", B. Stroud analiza cómo el idealismo trascendental es incompatible con la posición escéptica de Descartes. La "revolución copernicana" nos permite remover el "escándalo de la filosofía" originado en el problema del conocimiento del mundo exterior. Los objetos que nos rodean en el espacio depende de nuestra sensibilidad y de nuestro entendimiento. Y es precisamente por esto que podemos percibir dichos objetos directamente y tener una certeza no-inferencial de su realidad. Si bien estoy de acuerdo con este punte de vista, me propongo en mi trabajo demostrar que aquellos aspectos de la teoría kantiana que Stroud destaca no son suficientes para refutar el escepticismo cartesiano. El autor pasa por alto algunas tesis de la doctrina del tiempo de Kant que son necesarias para establecer que la experiencia interna depende de la externa, y que no puede darse, por ende, una ilusión sistemática o un sueño permanente.