La producción artística contemporánea presenta algunos rasgos que la distancian de la definición moderna de arte, cuyas notas básicas son la autonomía y la reflexividad, y que requieren una nueva perspectiva que muestre tus propósitos, pautas y objetivos. Si el discurso teórico postmoderno identifica el ocaso de las grandes narraciones y propone el pluralismo como antídoto para la absolutización de cualquier discurso, el arte calificado como postmoderno se caracteriza por cuestionar los presupuestos de la autonomía artística pretendida desde la modernidad y poner de manifiesto la permeabilidad de lo artístico con respecto a otras prácticas discursivas conformadoras de lo real.